En Tucumán, en la Parroquia Nuestra Señora de las Gracias, ubicada en Avenida Belgrano 2800 se encuentra una imagen y una reliquia de Santa Mama Antula.
Los Caminos a la Santidad en Argentina
La llegada a ese lugar fue de forma muy providente. Así nos lo cuenta su párroco el padre Francisco Urbanc.
Fue en 2016, el año de su beatificación cuando el sacerdote Jorge Ramírez de la diócesis de Santiago del Estero, que estaba a cargo de los preparativos de la beatificación de Mama Antula, llegó a Tucumán y reunidos en una familia, comenzamos a hablar el tema de esta mujer y me preguntó si yo quería recibirla en la parroquia. Le dije que sí que me parecía muy bueno tener a una santa, ejemplo de vida de Argentina y así llegó. Nos regaló la imagen y una reliquia consistente en restos óseos de mama Antula.
Desde allí se ha comenzado a hacer un camino de evangelización. La gente no la conocía tanto, comenzaron a llegar y también se han acercado familiares de mama Antula. El 7 de marzo es su fiesta, entonces los 7 de cada mes se la venera.
Se la ha acercado a la gente hablando de sus virtudes, de la difusión y sostenimiento que hizo de los Ejercicios Ignacianos, su estado de laica consagrada que se comprometió a partir de su experiencia con los jesuitas. También se da la transmisión boca a boca y la gente se va acercando.
Una de las cosas es que a la gente le ayuda es su ejemplo de vida y mediación. Aquí tenemos cerca el Sanatorio Galeno que van laicos a visitar enfermos y difunden a la Mama Antula como mediadora, muchos enfermos y familiares vienen a la Parroquia a pedir fortaleza, curación y también a dar gracias. En este 2024 fue una hermosa fiesta en honorar a la santa ya que el papa Francisco es quien ha puesto ante el mundo la figura de mama Antula al canonizarla. Allí la gente ha llegado a conocer, a pedir que interceda, en cada eucaristía, en cada momento hacemos recordar a mama Antula en la vida de la Iglesia y se va abriendo camino. Se han hecho varias peregrinaciones a Santiago del Estero hacia Villa Silípica en donde ella nació y está su santuario y también a Buenos Aires.
En esta época en que también nuestra fe está siendo probada su figura es un gran ejemplo. Por eso en la parroquia hacemos encuentros de espiritualidad como ella también lo hacía. Lo importante en todo esto es que descubrimos que fue una mujer sencilla, de fe, que salió, que al encontrarlo a Cristo y con la influencia de los jesuitas ella se puso al servicio del reino de Dios. Ella fue mediadora para que llegue la palabra de Dios como laica para que todos supieran cuánto nos ama Dios. Para que todos sintieran ese amor de Dios que ella había experimentado y fue entregándolo día a día.
Ella fue una santa de la puerta de al lado, de esos que hacen el bien y pasan desapercibidos. Como tatos de nuestros días que en sus hogares, colegios, lugares de trabajo, de misión entregan su vida por Cristo y solo por él y santifican el entorno en el que están.