Una verdadera Fiesta de la Madre de Dios en donde todos se sintieron hijos.
Desde temprano los fieles asistieron a las Misas y especialmente a saludar a la Madre.
A las 11 fue la Misa de las Fuerzas Armadas presidida por Monseñor Olivera.
Luego, la imagen de Nuestra Madre fue trasladada hasta el Colegio Sagrado Corazón de las Hermanas Esclavas por ser el lugar en donde se desarrolló la Batalla De Tucumán. Allí fue recibida con mucha algarabía y se les ofrendaron oraciones con gestos, rezos, bailes y consagraciones.
A las 17 la Virgen fue llevada a la Plaza Belgrano, al lado del colegio, en donde se desarrolló el Acto Cívico con la presencia de las autoridades provinciales y municipales. Allí Monseñor Sánchez y Monseñor Ferrari bendijeron los escapularios que recibieron los alumnos de tercer año de la Escuela de Policía de la provincia.
A continuación, se desarrolló procesión rumbo a la plaza principal de Tucumán y en la explanada de la Catedral se celebró la Misa presidida por Monseñor Sánchez.
La procesión tuvo el servicio y alegría de los jóvenes, el cuidado de los cadetes de Policía, la animación del equipo de Liturgia y el fervor del pueblo de Dios que caminó o que se asomó a las ventanas y balcones para saludar a la Virgen de la Merced.
En la Misa que contó con la presencia de Monseñor Ferrari, Monseñor Polti, Monseñor Rossi y el Cardenal Villalba quien celebraba 64 años de sacerdocio y se encuentra pronto a cumplir 90 años.
En el inicio la diócesis de Añatuya obsequió a la Arquidiócesis de Tucumán una réplica de la Virgen de Guachana.
En la homilía monseñor destacó la presencia cariñosa de María y el llamado a ser Iglesia, hijos de Dios que desde los diferentes carismas sirve a todo el pueblo de Dios y más allá.
Expresó con firmeza el lema que dice “Con María de la Merced, misioneros del Reino”. Llamó a hacerlo carne sobre tofo en los hermanos más vulnerados.
En el ofertorio miembros del Consejo de Pastoral entregaron el documento de síntesis del camino sinodal hecho hasta ahora.
La misa fue otra fiesta de hijos que son invitados a la celebración de la Madre en donde el coro ayudó a rezar. Todo concluyó con una Peña en la misma plaza Independencia.