La Merced: Fiesta de la Patria y de la Fe
Para el pueblo tucumano, la Virgen de la Merced, además de ser la protectora desde los inicios cobró especial importancia y devoción an la Batalla de Tucumán el 24 de septiembre de 1812
El día 23, visperas de la celebración, además de recibir muchos más peregrinos que durante la misión y la novena, se vivieron otros momentos muy lindos.
-Vestición que tuvo lugar a medio día en donde se le colocó el vestido de Fiesta y se le colocan la capa, el mantón, el escapulario de la orden de la Merced, la corona y se le entrega el Bastón de mando original que le regalara Belgrano al agradecerle la Batalla y nombrarla generala del Ejército.
– Misachicos: son los peregrinos que caminan varios días, llegados de pueblos alejados para ofrecerle sus cantos, danzas, alegrías y dolores a la Virgen.
– Jóvenes: después de la misa de 20 animaron el rosario con representaciones de los misterios. También fueron los encargados de tirar papelitos a la Virgen desde lo alto de la Basílica.
– Saludos de los fieles: que fue constante y nutrido, de pie, de rodillas, con lágrimas de emoción, de dolor todos buscaban la mirada de María que consuela y acaricia.
– Salida al atrio: a las 0 la Virgen acompañada por miembros del Ejército y con la Música de la Banda salió a atrio para ser saludada por todos y dejarse querer por sus hijos que colmaron las calles . Se canta el imo nacional y se pone a la Patria, una vez más bajo su cuidado.
– Saludo de los gauchos: Como parte de la tradición argentina los gauchos ofrecen su saludo a la Virgen, le rinden honor y llegan después de varios días de cabalgata. Mujeres, varones, niños, familias pasan delante de la imagen vivándola arriba de caballos, carros y sulkis.
Tucumán está de fiesta. María los reúne y los invita a ser más hermanos de todos.